(Diacono y Mártir)
El Diácono Lorenzo nació en Marruecos (África), estando muy niño sus padres inmigraron a España y se ubicaron en la ciudad de Huesca, posiblemente entre el año 225 y 235 (No se sabe con exactitud su fecha de nacimiento). Murió mártir asesinado en una parrilla por los soldados del Emperador Valeriano, en el año 258. El joven diacono era de piel color canela, alto, de cuerpo atlético, generoso, culto, silencioso, trabajador y vivió toda su vida en sencillez, humildad, pero con elegancia y exquisitez. Después de Jesucristo (El fundador y organizador del cristianismo), fue el primer varón de fe en «optar por los pobres.» Su plato personal de alimento siempre lo compartía con un menesteroso o con un animal. Él cultivaba un huerto personal y casero en los potreros de Roma y compartía los productos con huérfanos, hambrientos y viudas de la otrora urbe.
¿Quién fue San Lorenzo?
San Lorenzo fue uno de los siete diáconos de la Iglesia Cristiana Temprana antes de convertirse en Imperio Religioso. Él fue responsable por la administración temporal de la diócesis ubicada en Roma. Él, junto con el Papa Sixto II a quien ayudo con las cosas temporales de la organización cristiana, fue víctima de persecución del gobernante dictador emperador Valeriano en el año 258 (Este emperador representaba la tiranía del imperio romano. Este mimo imperio asesino a Jesucristo (Cristo el Hijo de Dios), junto al Sanedrín Hebreo que se había convertido en dictador y asesino de quienes pensaban distinto y diferente. La Iglesia celebra su fiesta el 10 de agosto, día de su martirio.
¿Cómo murió San Lorenzo como mártir?
Cuando las autoridades romanas en cabeza del maldito emperador Valeriano capturaron y mataron al Papa Sixto II, junto a los otros seis diáconos, San Lorenzo se quedó para administrar lo que quedaba. Fue hecho prisionero, se le dijo que recogiera los "tesoros de la Iglesia". En lugar de entregar los objetos de oro y plata, presentó a los pobres (eran la gran mayoría la población), que estaban esparcidos enfermos y con hambre por las calles inmundas de la Roma Inquisidora. San Lorenzo antes de ir al martirio distribuyo entre los pobres, los cálices, patenas y otros vasos sagrados del altar que eran de oro o plata. Enojado el genocida emperador a través del prefecto romano torturó a Lorenzo encadenándolo boca arriba sobre una parrilla y brasas de madera encendidas, asando su cuerpo sobre la parrilla caliente hasta chamuscar su naturaleza. Después de que el mártir hubo sufrido el dolor durante mucho tiempo y cuando el humo salía con olor a quemado, la tradición dice que hizo su famoso comentario: “Ya estoy asado de este lado. ¡Dame la vuelta! para puedan comer mi carne."
¿Dónde está enterrado San Lorenzo?
Si bien los relatos antiguos no concuerdan sobre la manera
exacta y los detalles de la muerte de San Lorenzo, San Lorenzo ha sido
reconocido como uno de los grandes mártires de la Iglesia Romana desde poco
después de su muerte. Después del edicto de Milán en 313 que legalizó el
cristianismo por otro emperador, el gobernante Constantino hizo construir una
capilla en el lugar de su martirio y entierro, ubicada “fuera de los muros” de
la Roma de ese tiempo. El Papa Damasco (366-384), construyó una basílica en el
sitio, que fue añadida y decorada por varios Papas a lo largo de los siglos.
Hoy, la Basílica Menor de San Lorenzo Extramuros es una hermosa iglesia antigua
que contiene los restos del Santo, las reliquias de San Esteban el Protomártir,
las tumbas de varios papas, así como la parrilla que se dice que fue
instrumento de su martirio.
Nota Extrasensorial de muerte
Cuando el cuerpo de San Lorenzo expiro (murió), los curiosos, pobres, amigos y seguidores de la fe cristiana que estaban en el lugar vieron como la silueta salía del cuerpo de Lorenzo. Afirmaron que era como un halo de luz que lentamente fue saliendo del cuerpo chamuscado del santo. La silueta era la misma de lorenzo vivo, que poco a poco fue subiendo en forma transparente y no era humo sino su cuerpo mismo. Al subir observaron que su cuerpo era protegido por un grupo de ángeles que le colocaron una capa gris con bordes de plata radiante, que fue introducido su nueva naturaleza en una especie de nave circular, que la misma se perdió arriba en el firmamento mientras los verdaderos amigos lloraban y no entendían como el sádico emperador había cometido semejante aberración mental contra el santo de los pobres, desarropados, desarrapados y atropellados de la tierra de la Roma pagana.
Experiencia Sobrenatural Temprana
El niño colombiano hijo de padres inmigrantes, de nombre Leonardo Marín-Saavedra tuvo el primer encuentro espiritual a través de un largo sueño en 1960 (Leonardo tenía 5 años de edad), logro salir de su cuerpo físico, se trasladó llevado por ángeles en una especie de nave cuántica a un lugar del cielo de Dios. Allí estaban San Lorenzo (Mártir), y San Esteban (Protomártir). Al llegar se reunió con Lorenzo vestía una capa gris acrisolada y zapatos dorados de plata. Esteban llevaba encima de sus atuendos una capa oro granate y zapatos de oro. Durante 6 horas le mostraron trillones de universos, millones de galaxias y miles de trillones de planetas incluyendo miles de millones de tierras y millones de millones de humanos mortales terrícolas humanos. Al regresar a la tierra y despertar de la experiencia sobrenatural sus progenitores biológicos dijeron que estaba loco y el médico de la familia Marín-Saavedra (Hugo Rey), expreso que los niños tienen alucinaciones al ir perdiendo el velo de la memoria y al romperse la capa protectora de la inocencia.
Experiencia Extra Sensorial Adolescente
Leonardo Marín-Saavedra tuvo el segundo encuentro espiritual a través de un largo sueño-viaje en 1968 (Leonardo tenía 13 años), logro salir de nuevo de su cuerpo físico, se trasladó llevado por arcángeles en una especie de platillo cuántico a un lugar del cielo de Dios diferente al del primer viaje sobrenatural. Allí estaban San Lorenzo (Mártir), San Esteban (Protomártir), y varios ángeles de Dios. Lorenzo vestía una capa gris acrisolada y zapatos dorados de plata como la primera vez, pero tenía varias bandejas y cofres de oro repletos de oleo perfumado y aceites de árboles y semillas celestiales. Esteban llevaba encima de sus atuendos una capa oro granate y zapatos de oro con la primera vez y tenía en sus manos una espada y un libro dorado, pero su material y compuestos se veían como gelatinados. Durante 9 horas lo ungieron con aceite y oleo perfumado, lo recostaron en un sillón parecido a un trono imperial y le entregaron el poder de los cuatro elementales (Aire, Agua, tierra y fuego).
Le pareció a Leonardo una ceremonia maravillosa, hubo canticos, voces y sonidos tan finos que eran como millones de aves cantaran al unísono y le entregaron la llave para abrir la puerta de la longevidad y la videncia para que aconsejara a los verdaderos discípulos de Dios en la tierra y en cada tierra, enseñándoles en su momento de los cuidados y conocimientos que debían aprender junto a herramientas y estrategias para la futura organización en las nuevas tierras donde vivirán los escogidos por Dios para poblarlas.
Experiencia de vida con los dos santos
Leonardo Marín-Saavedra durante su viaje por el planeta tierra conocido ha experimentado muchos encuentros con los dos santos que siempre llegan a la tierra acompañados de ángeles, querubines, serafines y arcángeles. Hay una experiencia que hoy la narramos para que los varones y mujeres que no conocen de Dios logren entender que los ungidos y escogidos tienen dones, talentos y poderes que sólo en Dios se pueden manifestar dentro de una persona. Entre los años 1997 y 1999, tres sacerdotes de la Iglesia Católica Romana Colombiana, adscritos a la Arquidiócesis de Bucaramanga (Departamento de Santander, Republica de Colombia), párrocos de templos administrados por un jerarca romano, quisieron asesinar a Leonardo Marín-Saavedra, porque estaba evangelizando diferente en ese violento territorio de secuestro, muerte, trafico de armas, narcotráfico, corrupción administrativa y política.
Los dos sacerdotes más jóvenes contrataron paramilitares y grupos armados ilegales para que lo secuestraran y le dieran muerte física al misionero Anglo-Católico. Entre los secuestradores y asesinos había representantes del gobierno que seguramente eran cómplices de los corruptos y que aparecían como autoridades legalmente constituidas para proteger la vida de los ciudadanos. Durante todo ese tiempo de misión, San Lorenzo y San Esteban estuvieron presentes en la vida de las personas y de la parroquia que Leonardo organizo en esta zona roja y caliente del territorio colombiano. San Lorenzo siempre al oído le decía cuando y como debía moverse y trasladarse. En tres momentos diferentes Leonardo Marín-Saavedra logro hacerse el invisible con la ayuda de la Capa de San Lorenzo y en cinco oportunidades el cuerpo de Leonardo Marín-Saavedra cambio de forma con la ayuda de la capa de San Esteban. Los secuestradores y asesinos no lograron su acometido y jamás lo encontraban o veían a una persona distinta al protagonista.
El gobierno nacional de Colombia y las autoridades del
Departamento de Santander autorizaron a miembros de la Policía Nacional de
Bucaramanga, escoltar a Leonardo Marín-Saavedra por varios años en cada uno de
sus recorridos y Dios no permitieron que los falsos sacerdotes de Dios se
salieran con la suya. Cuando las autoridades del Gobierno de los Estados Unidos
de Norte América se enteraron de que la vida de Leonardo Marín-Saavedra corría
peligro, San Lorenzo se le presento al Señor Presidente George W, Bush y le
dijo que debía autorizar al misionero ingresar al país con visa religiosa y
legalmente, para que estableciera desde Norte América la gran misión del
Movimiento Antiguo Anglo-Católico 1515 a través de la Iglesia Anglicana
Latino-Americana 1975.
San Esteban en sueños le dijo a Leonardo Marín-Saavedra que debía perdonar a todos los inquisidores santandereanos, también a las personas que atentaron contra su humanidad y dignidad, que pronto la espada de Dios los sacara del planeta de las contradicciones con sus cómplices y ellos deberán pagar sus pecados, cada abominación y enfrentaran la justicia divina con cada una de sus estirpes de muerte.
Otras Narrativas de San Lorenzo
«San Lorenzo al ver a su obispo Sixto que era conducido al martirio, comenzó a llorar no porque se lo enviaba a la muerte, sino porque iba a sobrevivir a él. Entonces comienza a decirle en voz alta:
«¿Adónde vas, padre, sin tu hijo? ¿Adónde te apresuras a ir, oh santo obispo, sin tu diácono? Jamás ofrecías el sacrificio sin el ministro (la misa). Por tanto, ¿Qué te ha disgustado de mí, oh padre? ¿Piensas que soy indigno? Comprueba al menos si has elegido un ministro idóneo. ¿No quieres que derrame la sangre junto a ti aquel al que has encomendado la sangre del Señor, aquel al que has hecho partícipe de la celebración de los misterios sagrados?
Ten cuidado, que mientras se alaba tu fortaleza, no vacile tu discernimiento. Despreciar al discípulo es un daño para el maestro. ¿Acaso es necesario recordar que los hombres grandes y famosos vencen con las pruebas victoriosas de sus discípulos más que con las propias? En fin, Abraham ofreció a su hijo, Pedro envió antes a Esteban. También tú, oh padre, muestra en tu hijo tu virtud; ofrece a quien has educado, para alcanzar el premio eterno en gloriosa compañía, seguro de tu juicio».
Entonces Sixto le respondió: «No te dejo, no te abandono, oh hijo; sino que tendrás que afrontar pruebas más difíciles. A nosotros, porque somos viejos, se nos ha asignado el recorrido de una carrera más fácil; a ti, porque eres joven, te corresponde un triunfo más glorioso sobre el tirano. Pronto vendrás, deja de llorar: dentro de tres días me seguirás. Entre un obispo y un levita es conveniente que exista este intervalo. No habría sido digno de ti vencer bajo la guía del maestro, como si buscaras una ayuda. ¿Por qué quieres compartir mi martirio? Te dejo toda mi herencia. ¿Por qué exiges mi presencia? Los discípulos que todavía son débiles preceden al maestro, los que ya son fuertes y, por tanto, ya no tienen necesidad de enseñanzas, deben seguirlo para vencer sin él. Así también Elías dejó a Eliseo. Te encomiendo la sucesión de mi virtud».
Jesús mismo se proclama como servidor de todos y quien da
su vida en rescate por una multitud: “Como el hijo del hombre que no vino para
ser servido sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud (Mt. 20,
18)” en esa multitud estamos todos, el pueblo santo de Dios. Muchos verdaderos
santos de Dios a lo largo de la historia han llevado estas palabras de Jesús al
extremo tal y como San Lorenzo tanto en el servicio como dando su vida en el
martirio o peregrinado en sencillez y humildad, pero con templanza, elegancia y
exquisitez.
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